Por Dr. R. L. Hymers, Jr.
Yo creo que la mayoría de los 70 millones de Cristianos en la China son conversos verdaderos, y que hay más Cristianos verdaderos en la China que en los Estados Unidos. ¡Eso es asombroso! Debemos preguntarnos: “¿Cuál es la razón del éxito de ellos? ¿Cuál es el secreto del evangelismo de ellos?
Cuando consideramos el hecho de que la Cristiandad evangélica no está creciendo para nada en América, y el hecho de que muchos hasta dicen que la Cristiandad evangélica está muriendo, nosotros en América debemos pensar profundamente acerca de lo que ellos no tienen que nosotros sí tenemos, y lo que ellos sí tienen que nosotros no tenemos.
¡Ellos no tienen edificios de iglesias! Solamente las iglesias de aprobadas por el gobierno tienen edificios. Pero las “iglesias de casas” son las que están creciendo, ¡y ellas no tienen edificios de iglesia para nada! ¡Ellos no tienen edificios de iglesias como nosotros!
Ellos no tienen la aprobación del gobierno. Ellos son perseguidos continuamente por el gobierno Comunista de China. ¡Ellos no tienen la libertad de religión como nosotros!
Ellos no tienen seminarios para enseñarle a los pastores como nosotros tenemos. El único entrenamiento que los pastores tienen en China es la casa de alguien – y es muy corto y no muy completo. Ellos tienen poco entrenamiento “mientras se encaminan”.
Ellos no tienen edificios de Escuela Dominical. Ellos no tienen buses para “ministerio de buses”. Ellos no tienen la “TV Cristiana”. Ellos no tienen la “radio Cristiana”. Ellos no tienen editoriales Cristianas. Ellos no tienen equipo de “Demostración de computadores”. Ellos no tienen proyectores de TV para enseñarle al predicador en la pantalla grande. Ellos no tienen “banda de rock Cristiano”. Ellos no tienen órganos grandes, y generalmente no tienen pianos. Ellos no tienen material impreso de Escuela Dominical. Ellos a menudo no tienen Biblias ni himnarios para toda la gente. ¡No, ellos no tienen lo que nosotros sí tenemos! En vez, ellos tienen persecución continua y tribulaciones de parte del gobierno Comunista. Ellos a menudo tienen prisiones por simplemente ser Cristianos. ¡Siempre está la amenaza de ello para cualquiera que se vuelva un Cristiano serio! Empero los Cristianos en China tienen gran éxito en ganar almas perdidas. El número de Cristianos en la China está estallando ¡en el más grande avivamiento de la historia moderna!
¡Ellos tienen sufrimiento – y así aprenden a llevar la cruz! La mayoría de Cristianos Americanos no están dispuestos a sufrir la pérdida de una noche a la semana para ir a la reunión de oración. ¡La mayoría no están dispuestos a perder la comodidad de una tarde de Domingo para estar en la iglesia! ¡Con razón las iglesias en la China tiene gran avivamiento, mientras que la Cristiandad se está secando y marchitando aquí en América!
¡Ellos sí tienen sufrimiento en la China! ¡Por eso tienen las riquezas de la bendición de Dios en avivamiento! También nosotros aquí en nuestra iglesia neguémonos a nosotros mismos, y tomemos nuestras cruces para seguir a Cristo – ¡sin importar lo que cueste!
¡Ellos tienen lágrimas cuando oran por los perdidos! Un hermano, que lo sabe, me dijo: “¡Hay muchas lágrimas en China!” ¡El está exactamente correcto! Ellos lloran cuando oran por los perdidos. ¡Con razón hay tantas conversiones del mundo! La Biblia dice:
“Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán...”
(Salmo 126:5).
Aquí en América vemos ante nuestros propios ojos la apostasía de muchas iglesias. ¡Pero en China vemos exactamente lo opuesto!
(¿Cuánta gente en la mayoría de iglesias Americanas traen a los perdidos consigo a oír la predicación?) Pero los Chinos tienen grande celo de evangelizar a los perdidos – ¡y es un celo dado por Dios! ¡Dios Mismo está inspirando a los Chinos a convertir a la China en una nación Cristiana ante los ojos del mundo!
Continuemos orando por el avivamiento en China y en Asia y el “Tercer Mundo.” Oremos que el poder de Dios mantenga la puerta abierta en aquellas tierras lejanas. Oremos a Él
“que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre”
(Apocalipsis 3:7).
Oremos ahora mismo, cada cual en su propio idioma, ¡para que Dios continúe enviando avivamiento evangelístico que gana almas, a la China y a Asia!